NOSOTROS SOMOS NICEVOKI
El problema de la actual crisis de los fenómenos del mundo y
de las concepciones del mundo ha sido despejado por los Nicevoki: la crisis
está en nosotros mismos, en nuestro espíritu. En las obras poéticas esta crisis
se puede resolver desdeñando la imagen, la métrica, la rima, la musicalidad, el
final.
(Tal como están actualmente las cosas, el único movimiento
aún vivo en el campo de la poesía, el imaginismo, solamente es aceptado por
nosotros en calidad de método parcial.) Cualquier perfeccionamiento ulterior
reducirá el arte a nada, lo destruirá: lo abocará al nicegò y al interior del nicegò.
En el orden verbal es preciso subrayar las percepciones de la identidad y
epifanía del universo: sus imágenes, sus colores, sus perfumes, sus sabores,
etc.
Por tanto, los orígenes del todo proceden del nicegò.
El tipo de representación mediante la serie n+1 (donde n=los elementos de la representación hasta un determinado instante,
mientras que 1=el nuevo tipo de representación) debe ser reducido a la ecuación
n+1=infinito, es decir, el nicegò=el
fin de la eternidad=nicegò.
Nada hay en la poesía; tan sólo los Nicevoki.
La vida se orienta hacia la realización de nuestras
consignas.
¡No escribáis nada!
¡No leáis nada!
¡No digáis nada!
¡No imprimáis nada!
Oficina creativa de los Nicevoki
Rostov, Agosto de 1920.
(En Nicevòko, “Sobàcij
jascik”, num. 1, Moscu, 1922.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario