DEDICADO A CANDY
sonreían.Vieron en el cielo el azul, el violeta y finalmente el rojo que hace que los rostros
cambien de color.
Vieron el pasto. Comieron el pasto. Aplastaron el pasto.
Algunas hormigas cargaron sus huellas mientras el sol partía el día en pedazos.
Olfatearon la comida que se preparaba en las casas y el humo de los cigarros de
unos chiquillos que se pretendían otra cosa que unos mocosos en el parque, “pobres
chiquillos”, pensaron, mientras el sol hacía lo suyo (y mientras el alquitrán hacía
pedazos a esos estúpidos chiquillos).
Murmuraron cosas del infinito y de la muerte. Balbucearon ilegiblemente algunas
verdades que no volverán a decir, mientras tanto el sol seguía haciendo pedazos el
día.
Cuando del día no quedaba nada decidieron destruir el sol de sus sonrisas y partieron
el sol en pedazos con sus lenguas mientras jadeaban un poco, sujetados de las
varillas horizontales de protección de una ventana de dos metros que apuntaba hacia
el infinito y hacia la muerte.
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